Ayer terminando mi jornada laboral recibí una noticia de esas que nunca quieres que lleguen. Nos había dejado Paco Ojeda.
Los que tuvimos la suerte de conocer a Paco vamos a echarle muchísimo de menos, era un hombre bueno, pero bueno de verdad de esos que son difíciles de encontrar, una bellísima persona.
Mi primer contacto con él fue en 2020 en forma de colaboración para el blog, nos regaló un artículo sobre cerámica, él mismo decía que llevaba el barro en su ADN.
A partir de ese momento mantuvimos el contacto. Tengo la suerte de tener varias de sus macetas, somos varios los que hemos sido regalados con su generosidad sin límites. En los dos congresos ABE que hemos coincidido me ha sorprendido con sus creaciones.
Este verano le enseñé como quedaban sus creaciones en el jardín, él ha estado presente allí desde el principio y estará siempre.
Un beso allá donde estés.
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