Usando un invernadero

jueves, febrero 21, 2019


Hace un par de semanas, unos aficionados al bonsái recientes me preguntaron que hacer cuando hace mucho frío les dije que yo no hago nada salvo poner los más delicados o que ya están brotando en la zona más resguardada. Insistieron y sacaron el tema de los invernaderos, les remití a un artículo de los que escribí para Rutabonsai hace unos años, pero me avisaron de que la página ya  no existía, como guardo copias de todos los míos lo cuelgo aquí.



Aunque ya sabemos que  los bonsáis son de exterior, a veces en nuestra zona se dan temperaturas extremas por ello si nuestro espacio nos lo permite podemos poner un pequeño invernadero que nos ayude  a proteger los más delicados de esas condiciones extremas.

Ventajas de tener un invernadero

Nos permite tener los bonsáis protegidos tras el trasplante, resguardado del frio exterior y del viento, dos de los factores que más afectan al éxito del trasplante. A veces es conveniente que las ramas no estén muy frías para ciertos trabajos, por ejemplo alambrar, si hace mucho frío las ramas se vuelven quebradizas y cascan con facilidad,  si tenemos un invernadero podemos meter el bonsái unos días antes de alambrarlo y las ramas estarán menos quebradizas. Podemos usarlo en función de nuestros intereses por ejemplo para una exposición atrasar el otoñado o adelantar la floración.



Nos vendrá muy bien para la propagación de esquejes y  si somos aficionados a sembrar semillas las probabilidades de éxito aumentarán. Si vivimos en zonas de inviernos fríos y nos gustan las especies tropicales y subtropicales un invernadero será la mejor opción si queremos que sobrevivan al invierno. O simplemente si nuestro clima es lluvioso pero tenemos especies de zonas más secas, controlaremos mejor el riego si están dentro de un invernadero.

Inconvenientes

Por otra parte, los invernaderos tienen sus detractores, alegan razones varias para no usarlos, la más importante es que salvo los tropicales la mayoría de los árboles necesitan sentir las estaciones para su crecimiento y buena salud, si los metemos en un invernadero antes de que otoñen pueden acabar muriendo si nos saltamos el período de descanso que supone para ellos el invierno. Otra razón no menos importante es que con el frío la mayoría de las plagas mueren, sin embargo dentro del invernadero si no ventilamos bien y controlamos el grado de humedad, las plagas proliferarán a sus anchas.



Tipos de invernaderos

Atendiendo al rango de temperaturas que mantienen en su interior, encontraremos invernaderos fríos, templados o cálidos.
Los invernaderos fríos son los más baratos de mantener, consisten en una estructura que solo recibe la luz del sol, esto se traduce en una diferencia de temperatura con el exterior de unos 5ºC, son los más recomendables para bonsái, además cuando no estemos usándolos con los árboles los podemos usar para propagar semillas y plantas jóvenes. Aunque no llevan sistema de calefacción podemos poner una zona con cama caliente para  ayudar al crecimiento de las raíces de algunas especies.
Los invernaderos templados llevan un sistema de calefacción para que la temperatura mantenga una temperatura mínima de 13ºC, suponen un gasto de mantenimiento a tener en cuenta. Son los que más se usan en zonas muy frías.
Los invernaderos cálidos no están aconsejados en el caso de los bonsáis, la temperatura interior rondará siempre los 18ºC y los bonsáis no notarán los cambios estacionales.  El gasto en calefacción puede ser importante. Se usan sobre todo en el caso de plantas tropicales y subtropicales.



En cuanto al material utilizado para la cubierta y las paredes, pueden ser de vidrio, o materiales plásticos: polimetacrilato, poliéster, polietileno, etc
La estructura puede ser de madera, acero, aluminio, hormigón,…pero tendremos que tener en cuenta que tiene que resistir el viento y la nieve y que tenga buen anclaje, tendremos que tener en cuenta la orientación más óptima,  muchas veces oímos que estas estructuras se han caído y casi siempre es por una mala ubicación y un mal anclaje.



La temperatura dentro del invernadero

Para subir la temperatura necesitamos un invernadero que cierre bien, un compartimento estanco, es conveniente poner una cubierta de plástico térmico y usar doble techo que limitará el enfriamiento nocturno, aunque el doble techo durante el día limitara la cantidad de luz.
Es importante mantener una temperatura agradable dentro del invernadero, los problemas más comunes vienen por sobrecalentamiento del interior, para evitarlo podemos colocar en el exterior mallas de sombreo.



Ventilación del invernadero

Incluso en invierno es importante que ventilemos, lo haremos a mediodía, durante una hora, en verano dejaremos la puerta abierta durante la noche. Si no prestamos atención a la ventilación, podemos favorecer la aparición de plagas y enfermedades.

Si ponemos respiraderos los situaremos en posiciones bajas y elevadas para favorecer la circulación del aire.



Humedad del invernadero

Tendremos especial cuidado en vigilar el grado de humedad, si es alto favorece la transmisión de enfermedades y si es bajo las plantas pueden morir, para evitarlo debemos regar a una hora temprana del día, para minimizar la condensación y sólo cuando sea necesario.

Organizando el invernadero para nuestros bonsáis

En los centros especializados podemos encontrar de diferentes tamaños y materiales. Si nos lo podemos permitir reservaremos un lugar para que nosotros podamos trabajar dentro, con una pequeña mesa de trabajo y sitio para nuestras herramientas bastará, tener todo a mano y no tener que estar buscándolo, nos ahorrará mucho tiempo.



Luego iremos disponiendo estanterías a diferentes alturas, podemos encontrar ya módulos preparados de estructura y baldas metálicas  en los que solo tenemos que disponer las estanterías a la altura que necesitamos.
Prestaremos especial atención al suelo, lo mantendremos limpio, además de tener drenaje para que el agua que caiga se vaya y no quede retenida, en el mercado podemos encontrar recubrimientos para suelos que nos ayudarán en este punto.



Otras alternativas a los invernaderos

Si no tenemos espacio o no queremos tener un invernadero pero queremos proteger nuestros bonsáis y plantas más delicadas, podemos usar un alero o zona protegida para resguardarlos, podemos usar una zona entre estanterías y cubrirla con un plástico que los proteja del frío, el espacio debajo de una mesa también nos servirá, podemos rodear todo el contorno de la mesa con un plástico, servirá para evitar las heladas nocturnas.
Seguro que encontráis una opción que venga bien a vuestro espacio. Y no olvidéis echar un vistazo todos los días a vuestros bonsáis.



Nota: la mayoría de las fotos de este artículo han sido encontradas en internet y otras cedidas por mi amiga Ana.

Un abrazo

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