Memorial José Ontañón: demos, detalles y un poco de Santander

miércoles, noviembre 15, 2017

Segunda entrada dedicada al Memorial José Ontañón.



Hoy dedicada a las demos y otros detalles. Llegamos 35 minutos antes de la hora de apertura y decidimos buscar un lugar para tomar un café, resultó que lo primero que encontramos fue la Cafetería Valor, así que no nos pudimos resistir desayunamos algo más que café.




Por primera vez desde que estoy asistiendo a eventos de bonsái no he prestado mucha atención a las demos, tenía el tiempo limitado y opté por dedicarme a la expo y a compartir con los aficionados.



Andrés Álvarez trabajó un tejo ayudado por Fidel Díaz.




Al lado con un pino silvestre David Benavente  con Pablo Comesaña.









Como veis hubo muchos asistentes, al ser escalonada la zona destinada para ellos, todo el mundo tenía buena visión del trabajo, por poner un pero, estaba tan cerca de la zona de exposición, que el ruido generado por la gran cantidad de visitantes hacia difícil escuchar correctamente cuando hablaban los demostradores.




Como veis la organización eligió fondos negros, que me gustan para las fotos porque el verde queda muy bonito pero si no hay buena iluminación cuesta conseguir buenas imágenes, incluso algunos visitantes que no estaban haciendo fotos se quejaban de lo oscuros que estaban algunos de los bonsáis expuestos. Eso sí, si el árbol tenía un foco justo encima, la foto quedaba espectacular.


Se notaba que habían cuidado los detalles al máximo. Me encantó el espacio que tenía destinado cada presentación, 180 cms me confirmaron cuando lo pregunté y la verdad es que se agradece, permite disfrutar de cada composición perfectamente. La altura de los fondos de 120 estaba bien para casi todos, salvo dos que eran demasiado altos y se quedaban justo al borde o se pasaban un poco, pero me pareció normal teniendo en cuenta el tamaño de los dos árboles.



Una pena que fallara el fondo de este impresionante bosque de piceas jezoensis, ya se lo comenté a la organización.



Me gustaron mucho algunos detalles, sobre todo algunos tempai.







Por supuesto, me fijé en los kusamonos, aunque no tengo fotos individuales de todos.




 Me llamó la atención esta composición  de Jorge Campos con el dragón metido bajo la mesa.




Me enamoré de una maceta.


Y disfruté con las cortezas, sobre todo las de los pinos silvestres, y las maderas de los bonsáis expuestos.









Preciosos los colores otoñales de algunos árboles.






A la hora de comer aprovechamos a dar una vuelta por Santander.




Un día perfecto. Me encantó saludar a muchos amigos y charlar al menos unos minutos con casi todos ellos. Fue genial encontrar a tantos amigos y aficionados al bonsái reunidos para recordar a José.

Y para acabar,  mi más sincera enhorabuena a los amigos de Bonsai Cantabria que han organizado un evento así para que disfrutemos todos.

Un abrazo.


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