Así es un taller con David Quintana

miércoles, noviembre 30, 2016

En Bonsái Bizkaia decidimos el curso pasado hacer un taller con David Quintana, pensamos que sería lo más adecuado al tratarse de alguien de nuestra zona,  ¿quién mejor que él para conocer las condiciones en las que viven nuestros bonsáis?



La experiencia nos gustó mucho, David habla claro y razona muy bien todo lo que te explica, escucha lo que cada uno tiene pensado del árbol y después te dice cómo lo ve él. En julio, como actividad veraniega organizamos una visita a su jardín.



En esa visita, hablamos de su escuela, surgió la idea de organizar talleres periódicos para trabajar nuestros árboles bajo su supervisión. Aunque se habló de ir nosotros a la escuela, quedamos que él se trasladara a nuestro local para que pudieran acudir más socios. Por supuesto, le dijimos que tendría que estar preparado a ver árboles de todo tipo y que tendría que resolver dudas muy básicas, ya que tenemos socios muy novatos.

Enseguida le mandamos una serie de fechas y él nos las fue reservando. Así durante todo el "curso" 2016-2017, estará con nosotros en varias ocasiones.

A finales de octubre hicimos el primero y el pasado sábado fue el segundo. En esta ocasión decidí no llevar yo árbol y llevar la cámara para poder hacer esta entrada y por casualidad me vine con material para dos.



Como suele ser habitual, David primero hace una pasada por cada árbol, lo examina con detenimiento,y pregunta al dueño que tiene pensado para luego contarle cómo lo ve él, explicando el porqué de su razonamiento, aprovechando para repasar toda la teoría relacionada con el caso, unas veces apoya la opinión del propietario y otras le demuestra con la teoría y su experiencia que su idea no es válida y le explica la suya pero siempre acaba respetando la opinión del alumno, aunque creo que siempre o casi siempre acabas convencido de lo que él te dice. Después de poner trabajo a todos empieza una segunda ronda para ir viendo el trabajo de cada uno, te ayuda, pero trabajas tú, y eso, a mi por lo menos, me gusta mucho así hasta que cada árbol va estando terminado. Además según van surgiendo dudas va explicando las cosas con claridad. En el primer taller de octubre le tocó repasar con unos cuantos nociones básicas de alambrado y en éste, elección de frente, cicatrización, bosques, brotación después de un corte, sustitución de una rama gruesa por un brote nuevo, saneamiento de una zona muerta, delimitación de la zona viva,... La jornada dió para mucho.





El primer árbol con el que empezó fue una sabina rastrera, Juniperus sabina, de Ander.




Primera regañina del día, "hay que limpiar el sustrato de malas hierbas".
Le explicó cómo tenía que ir limpiando el verde, David hizo la primera rama para que Ander no tuviera dudas y cuando acabara con la limpieza se tenía que poner a alambrar.










Mientras Ander hacía su trabajo David pasó a los demás árboles.

Ángel llevó una Parrotia pérsica, árbol de hierro. Mientras esperaba a que empezara el taller le dió tiempo a terminar de quitar las hojas que no habían caído por sí solas.







David nunca había trabajado con ellas pero Ángel le dijo que funcionan igual que las hayas, él ya la había alambrado, pero en pocos meses se había marcado el alambre, David nos explicó cómo ir podando, dejando crecer y volver a podar para ir consiguiendo ramificación en la dirección adecuada casi sin usar alambre, Ángel tenía dudas sobre el corte superior, David le mandó hacerlo más oblicuo y además le corrigió su idea del frente del árbol.









Mientras Ángel cogía la sierra, David se puso a examinar un junípero, Juniperus sp. de Jaime, uno de nuestros socios más recientes, Jaime tiene un jardín grande y muchos experimentos, en esta ocasión quería saber si una rama que metió en esa maceta hace años tenía posibilidades. Lo había llevado atado para que entrara mejor en el coche, hasta que no llegó David y lo soltó no lo pudimos apreciar bien.




La idea de hacer un estilo balsa quedó descartada porque ya había raíces por la parte superior, así que se optó por un bosque, Se eliminaron algunos troncos  porque no había forma de ver todos los árboles desde ningún lado, siempre molestaba alguno, David eligió 5 de ellos, podó verde y mandó a Jaime alambrar para colocar los troncos.





Le tocaba a un haya, Fagus sylvatica, de Ana, quería dejarla lista para el invierno, podarla y colocar alguna rama, mientras tanto se había entretenido quitándole las hojas para que fuera más fácil el alambrado.





David llegó y otra regañina, "no hay que dejar que el musgo invada el nebari". Se puso a limpiarlo y se dió cuenta que una zona de la base estaba muerta, empezó a investigar hasta donde llegaba la zona dañada y se formó un agujero considerable, decidió que lo haría de modo que pareciera natural "que parezca un haya de Opakua",una zona cercana que todos los presentes conocíamos






Decidió seguir más tarde cuando terminara el recorrido.

Era el turno de otro ejemplar de haya, ésta más pequeña pero también Fagus sylvatica, su propietario solo dispone del alféizar de sus ventanas y eso condiciona su espacio.





Mientras esperaba, Roberto había sacado el haya de su maceta y había eliminado algo de sustrato, eso permitió recortar la maceta y colocarla en su nueva posición. David decidió no eliminar ninguna rama, y cambiar la posición, haciendo un azotado por el viento, una ligera poda y listo, Roberto sólo tendría que dedicarse a cuidarlo bien y en un año trasplantarlo.












El último de la ronda era un pino insigne, Pinus radiata,  de Aníbal,  había hablado antes del taller con David, quería aprender a doblar un tronco y llevaba este pino para aprender con él, aunque no le ve futuro como bonsái, se lo ha planteado como una inversión en su aprendizaje. Como me parece muy interesante, solo os enseño el material, el resultado, en otra entrada la próxima semana.



Tocaba volver a empezar la ronda,como Roberto tenía que irse le pedí a David que le mirara otro arbolito que había llevado, un espino, Crataegus monogyna, montado en un paisaje, lo había comprado porque le gustaba la roca, pero David le explicó que el árbol no estaba bien colocado en la roca y que en enero en otro taller lo cambiaría de sitio, para que el resultado fuera más lógico.






Ander seguía alambrando así que pasó a ver como iba Ángel. Ya había cortado más el ápice, pero le dijo que todavía un poco más.




Ahora toca esperar a ver como cierra la herida, aunque David cree que la parrotia es un arbusto y que no cerrará bien. Ángel había terminado, pero como tiene poco tiempo para disfrutar de la asociación, había llevado otros pequeños para entretenerse el resto del día.

Jaime había alambrado el junípero pero David le mandó corregir el alambre de dos de los troncos, el ángulo no era el correcto.





Jaime, tenía que volver a alambrar dos de los troncos.

David volvió al haya de Ana, para hacer mejor el agujero, uro, que había decidido crear, usó herramienta eléctrica.






Después de crear el uro, volvió a ponerse con el pino de Anibal y después revisó el junípero de Jaime, Al alambrarlo, se había cascado un tronco asi que finalmente se quedó en tres árboles, se eliminó el dañado y otro más para evitar que fueran cuatro.




Volvió  con el haya de Ana y ahora tocaba podar.






David comentó que la veía muy alta y ella estuvo de acuerdo, había pensado que había que reducir la altura. De momento una primera reducción para continuar un poco más adelante.





Decidió revisar como iba el trabajo de Ander.
















Una pasadita para ver como iba Aníbal doblando el pino y el último vistazo al haya de Ana.





Volvió con el pino de Aníbal y luego con el segundo árbol de Ana, un Prunus mahaleb, cerezo de Santa Lucía. Lo primero que hizo fue analizar si la base estaba viva, con una gubia fue delimitando la vena viva.











Luego vino el tema de la altura, David le recomendó acortarlo por la mitad, y Ana estuvo de acuerdo, pero lo cortaría en casa con rotaflex, así que se dió por terminado también el prunus.




Vuelta otra vez con el pino de Aníbal, y ya por fin a terminar la sabina de Ander.







 







Disfruto un montón estos días de jornada completa, por supuesto me encanta el rato de la comida, hablando de todo un poco.

La entrada de hoy me ha quedado un poco más extensa de lo habitual espero no haberos aburrido.

Un abrazo


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Escuela de Bonsái David Quintana: evolución de un pino sylvestris




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2 comentarios

  1. Que grande es David, como persona y como Bonsaista!!
    y la leche, menudas instalaciones mas guapas teneis!!!disfrutarlas.

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    1. Gracias Alberto, las instalaciones son un aula de un centro civico, entre semana las usa un grupo de pintura y los sábados nosotros, pero es muy amplia, tenemos dos fregaderos y sitio para trabajar, pusimos un armario para meter los libros, revistas y herramientas de la asociación y el resto de material, manteles para exponer y demás está guardado en el almacén del mismo centro, cuando llega la expo ellos se encargan de poner las mesas y todo lo demas elementos que necesitamos y nosotros de colocar la expo, el vigilante jurado está incluido, así que no tenemos que preocuparnos de nada, es un lujo, si necesitamos otro tipo de aula para otra actividad, salón de actos, sala de conferencias, también las tenemos a nuestra disposición avisando con tiempo, la única pena que los domingos no abre.
      Un abrazo y gracias por pasarte.

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